Bodega en
Valladolid
Lagar del Duque (D.O. Cigales)
Bienvenidos a Bodega Lagar del Duque, una bodega en Valladolid provincia, en la cercana localidad de Fuensaldaña. El homenaje de una familia de trabajadores incansables a las viñas y al esfuerzo de cinco generaciones que han trabajado de sol a sol para cuidar de sus viñedos. Un sueño que empezó con la primera hectárea adquirida en Fuensaldaña por nuestra familia y que continúa bajo la guía y la sabiduría de los más de 85 años del “Tío Carlitos”.
Así seguimos trabajando sobre nuestras viejas viñas, con métodos de cultivo sostenible que protejan el legado de nuestra familia y que nos permitan seguir creando esos vinos de calidad. Vinos que conquistan los 5 sentidos, que evocan recuerdos y que convierten la nostalgia en sabor y maridaje para los mejores brindis. ¡Puro carácter de D.O. Cigales y Vinos de la Tierra de Castilla y León!
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Una bodega
con historia
La dedicación de la
familia Duque García
Ya hemos perdido la cuenta de los años que lleva nuestra familia cuidando, casi de forma obsesiva, nuestros viñedos. Una familia que ha visto crecer a 5 generaciones entre estos mismos viñedos y cuyo apellido ponemos sobre los vinos que elaboramos.
Una historia familiar que se inició allá por 1890, con la compra por parte de nuestra familia de una primera hectárea en las laderas de Fuensaldaña. Pero que evolucionó y creció con el trabajo y dedicación del bisabuelo Adrián, del abuelo Nereo y de nuestro padre Fermín, quien a día de hoy da el relevo a sus hijos, Alfonso y José Carlos.
La importancia que damos a nuestras raíces es tanta que incluso el “Tío Carlitos”, con sus más de 85 años, sigue poniendo el alma en cada cepa, entendiendo sus necesidades y sus tiempos para que puedan hacer su mayor aportación a nuestros vinos.
Nuestro mayor
tesoro: las uvas
de nuestros viñedos
en Fuensaldaña, Valladolid
Las uvas protagonistas de nuestros vinos proceden de viñas viejas, profundamente enraizadas en el entorno de nuestra bodega en Fuensaldaña, cuidadas bajo el calor que sólo una familia puede aportar. Uvas en las que destacan las variedades tempranillo, albillo, verdejo y garnacha, para regalaros vinos únicos y de calidad.
Uvas que se vendimian a mano o de forma automática, en función de las necesidades del vino. Pero que siempre se miman para potenciar el aroma de la tradición y darlas el trato más cuidadoso. Protegiendo así un carácter muy marcado por las grandes oscilaciones térmicas, las sequías y las heladas de la zona. Una uva que crece sobre suelos con arenas, calizas, gredas y esíferas que reposan sobre arcillas y margas.
Uvas cuyas cepas están vigiladas y controladas una a una por el Tío Carlitos, Alfonso y José Carlos. Marcadas por cordeles de distintos colores que nos guían para saber si hay que podarlas o si necesitan algún tratamiento específico. Un trabajo con un largo camino que nos debe llevar a la vendimia con los mejores ingredientes para llenar tus copas. Tradición, alma y dulce nostalgia.
